LA FILOSOFÍA
Darío
Sztajnszrajber
Hacer
filosofía es una manera de pensar, que busca fundamentar el sentido de las
cosas que se nos presentan como obvias.
¿Qué
es fundamentar? Es llevar la pregunta a la máxima expresión. Preguntar
el porqué, del porqué, del porqué, del porqué. Y así, al infinito.
¿Hay
una respuesta final para todas estas preguntas? Parecería que no, pero entonces
¿Para qué sirve la filosofía? ¿Tiene sentido hacer filosofía, si ya lo sabemos
todo?
La
filosofía
tiene más que ver con la pregunta que con las respuestas.
PENSAMIENTO COTIDIANO
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PENSAMIENTO TÉCNICO
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Persigue la utilidad práctica
|
Busca la explicación,
entender cómo funcionan las
cosas
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SABER VULGAR
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SABER TÉCNICO - CIENTÍFICO
|
La
filosofía se pregunta por el ¿qué?
En
nuestra vida cotidiana solemos olvidarnos de hasta dónde podemos llegar con las
preguntas.
La
pregunta sobre el ¿cómo? tiene respuesta.
La
pregunta sobre el ¿qué? no. Son solo indicios.
Creemos
alcanzar certezas fundamentales, cuando en realidad tenemos certezas
funcionales.
Entonces, ¿para qué sirve la filosofía, si encima de
no resolver nuestros problemas cotidianos, nos agrega permanentemente nuevos
problemas?
Es
que la
filosofía es un saber inútil.
Lo
cotidiano funciona siempre bajo el criterio de utilidad. Las cosas tienen que
servir para algo.
Pero
la filosofía lo cuestiona porque interpela lo cotidiano y le pregunta ¿por qué
todo tiene que ser útil? ¿A quién sirve que todo sirva?
Hoy,
en tiempos en los que la utilidad se vuelve lo más importante, la filosofía se
vuelve un medio de cuestionamiento de los valores dominantes.
Podemos
jugar con dos experiencias paralelas:
·
Un joven mirando
una pared durante 8 hs
·
Un joven mirando
TV durante 8 hs
¿Quién
pierde el tiempo? ¿Qué es perder el tiempo? ¿O qué es hacer de nuestra vida
algo útil? ¿Útil para quién?
Otra
respuesta a ¿para qué sirve la filosofía? es “La Filosofía como análisis de lo
obvio”.
Algo
obvio es algo que no se cuestiona, algo que no se muestra como parte de una
trama más general, algo que se nos presenta como una verdad pura.
Pero
la Filosofía muestra la contaminación de todas las verdades. Muestra que en
todo siempre hay supuestos.
Siempre
que algo se nos presenta de manera obvia, es cuando hay que sospechar.
Filosofía
= Filo (philo=amor) Sofía (sophia=sabiduría) = Deseo por saber más de lo que se
los presenta.
Pero
¿dónde poner el acento? ¿En alcanzar la sabiduría? ¿O en el ejercicio incesante
de la búsqueda? ¿Y si ponemos el acento en el amor y no tanto en el saber?
Si
no sirve para encontrar la verdad ¿para qué sirve la filosofía?
Quizás
lo que motive nuestra búsqueda sea resolver nuestro miedo a la muerte. “Ejercitarse en la filosofía, para que cuando
llegue el momento, nos encuentre preparados” (Platón)
Haciendo
filosofía tomamos conciencia del carácter limitado y finito de nuestra existencia.
La
filosofía
como forma
de desenmascaramiento de una realidad de poder e intereses que creemos
verdadera. Una realidad en la que estamos inmersos, sin darnos cuenta. A
la que le somos, por eso mismo, funcionales.
“Los filósofos no han hecho más que
interpretar al mundo de diversos modos. Pero de lo que se trata es de
transformarlo” dice Karl Marx.
Nietzsche llama a filosofar a martillazos. Hay que
adoptar una actitud de permanente crítica ante lo establecido, y
desestructurar una realidad que se nos impone como verdad incuestionable.
Amor
a la sabiduría, es en definitiva,
amor
a la pregunta. Es apostar a la búsqueda, como un fin en sí mismo, y no
como un medio para otra cosa.
La
filosofía no nos provee de respuestas ni certezas definitivas sobre los grandes
cuestionamientos existenciales.
Pero nos ejercita en la libertad de la
pregunta y nos invita a ser más libres, más abiertos, más sensibles con el
mundo que nos rodea.
Fuente:
MENTIRA LA VERDAD – 1º Temporada. Capítulo 1