lunes, 12 de enero de 2015

El intruso - Jean-Luc Nancy

¿A dónde está el otro? ¿Afuera o adentro? Hay un filósofo francés llamado Jean Luc Nancy [1] (1940/…) que hace unos años sufrió una enfermedad cardíaca degenerativa que solo podía resolverse con un trasplante de corazón. El trasplante lo salvó y obviamente cambió su vida e impactó de lleno en su filosofía. Al poco tiempo lo convocaron a disertar a un congreso en Europa sobre la cuestión del extranjero, y Nancy decidió allí narrar la experiencia de su trasplante. No fue casual, su propio corazón lo estaba matando, pero fue el corazón anónimo de un otro el que lo salvó. Lo propio lo estaba destruyendo; lo extraño le dio vida. ¡Qué paradoja! Nancy decidió titular su disertación con el nombre de “El intruso”. ¿Cuál corazón era el intruso? ¿El ajeno o el propio? 



El texto completo está disponible en: http://www.slideshare.net/mpsanchez/el-intruso-jean-luc-nancy


[1] Recibió un trasplante de corazón. El corazón intruso de Nancy, ese que le hace decir "Está el intruso en mí, y me convierto en extranjero para mí mismo," es también el que pulsa y lo pulsa, el que lo im-pulsa. El corazón tiene un beat que golpea, se abre y se cierra, diástole y sístole, como si fuera (un) inconsciente.”


2 comentarios:

  1. Para aceptar al intruso entonces hay que incluir su ajenidad cultural y enriquecerse en ese desafío, perdiendo algo propio y ganando algo ageno, así a la inversa la ajenidad del intruso pasa a formar parte de una nuevo limite desde donde se espera la nueva intrucion...

    ResponderBorrar
  2. Para aceptar al intruso entonces hay que incluir su ajenidad cultural y enriquecerse en ese desafío, perdiendo algo propio y ganando algo ageno, así a la inversa la ajenidad del intruso pasa a formar parte de una nuevo limite desde donde se espera la nueva intrucion...

    ResponderBorrar